[name=Patricia Plaza] [description=Libertad | Amor | Revolución ] [img=https://2.bp.blogspot.com/-lZmSPJ4ElOc/TqWyVI6_brI/AAAAAAAAE3c/IIvrZ05K1bk3qwooHKI5qJFaI24gzwIPQCPcB/w1200-h630-p-k-nu/IMG_2220.JPG]



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Circulo Polar Artico

No hay palabras para describir la emoción que sientes cuando admirando el cielo estrellado, aparecen y bailan ante tí auroras boreales. No es un sueño, es una realidad hermosa, es un espectáculo único digno de ver al menos una vez en la vida.

Llorar ante semejante belleza, es simplemente la causa más racional que provoca. Llorar por la emoción, asombro, conmoción, admiración y fascinación, que provocan.

O como diría mi tío, sencillamente se te queda cara de gilipollas! Ver foto



Si, ese fue el highlight del viaje, ver Auroras Boreales, pero aprovechamos bien el tiempo y nos dio para visitar Gante y Bruselas en Bélgica, comer chocolate, mejillones con patatas, caracoles, ostras y otras delicias.
 




Una vez ya en Noruega, pasado el Circulo Polar Ártico, llegamos a Tromso donde Cris y Euge nos esperaban. Me encantan los reencuentros en cualquier lugar del mundo, pero en especial con ellas, mis almas viajeras.

 

Recorrimos durante 4 días Tromso y alrededores, península Kvaloya o la de Lyngen, y parábamos a cada rato, alucinados por la belleza de lugares, paisajes y rincones en el camino, disfrutar del otoño y el frío, y para que Nico probara suerte con la caña y pescara en los fiordos. Picnics improvisados, mil fotos, mil clicks, mil risas y naturaleza en estado puro. Felices!



  

  

En la ruta, localizábamos lugares para volver por la noche en la búsqueda de auroras, y 3 de 4 noches tuvimos muuuucha suerte y allí estaban, ante nuestros incrédulos ojos que admiraban el espectáculo de luces y formas singulares que nos regalaban. La ultima noche, hasta se veían desde la terraza del Bar donde brindábamos por lo viajado y vivido, por la amistad y por otras aventuras a vivir muy pronto.

 

Hurtigruten. El antiguo barco que entregaba el correo en los recónditos y casi inaccesibles pueblos del litoral noruego, es hoy otra forma de viajar y conocer mucho en poco tiempo es a través de estos ferrys cruceros cargueros. Fiordos imposibles, las islas Lofoten o cruzar el simbólico círculo polar ártico fue una auténtica experiencia.

 

Trondenheim

  

Bergen

 

Dia en Copenahgue








Sailing Guna Yala Style


Muchas veces había soñado con este viaje. Era uno de mis pendientes y que por fin hoy, puedo ponerle el check en la lista. La experiencia sin embargo, me la llevo dentro, muy dentro, porque ha sido sin duda, una de las más enriquecedoras.

Navegar en un velero con sólo amigos durante una semana por el archipiélago de San Blas y conocer algunas de sus islas, habitantes de esta comarca indígena, los Guna Yala.

Salimos accidentadamente desde Punta Cana hasta Cartagena de Indias. Color, color y color...


 









Montreal,.. and suddenly winter!









Hay momentos que necesitamos perspectiva. Esa necesidad imperiosa de ver desde otro punto de vista, para analizar, para tomar decisiones, para sentir que pese a todo, sigues siendo tú, más adulta y más madura, pero tú. Y como en un mapa, te sitúas en la vida, esa que es tuya, esa en la que trabajas para que sea como mínimo, una vida feliz!

Bajón existencial, dicen.


Esta vez no podía hacerlo sola, y aprovechando que James (y su amorcito Manolo) ahora vive en Montreal, a 4 y no a 40 horas de vuelo, fui a visitarla, a abrazarla, a escucharla, a disfrutarla, a dejarme mimar y querer, a reírme a carcajadas, a recordar nuestros momentos vitales, viajes, aventuras y desventuras de estos 15 años de amistad que nos unen, pese a la distancia.


Perspectiva, decisiones, análisis, no sé,.. lo más importante fue compartir charlas, paseos, momentos serios o los nada serios, vinos, disertaciones, cenas ricas, sofa-charlas con una amiga de verdad, de las de toda la vida, de las que te entiende y comprende, de las que te han visto evolucionar, caerte y levantarte tantas veces y de las que te quiere tal cual eres, en esencia.

Y si, el vuelo son 4 horas, pero pasas de 31°C y 70° de humedad a -16°C y frío polar, de las palmeras a los arboles nevados, de las chanclas a las botas especiales de nieve, de la cerveza fría al vino caliente, del pueblo caribeño a una ciudad cosmopolita, del aire acondicionado a la chimenea, de la tristeza a la sonrisa... y yo obviamente, feliz!