[name=Patricia Plaza] [description=Libertad | Amor | Revolución ] [img=https://2.bp.blogspot.com/-lZmSPJ4ElOc/TqWyVI6_brI/AAAAAAAAE3c/IIvrZ05K1bk3qwooHKI5qJFaI24gzwIPQCPcB/w1200-h630-p-k-nu/IMG_2220.JPG]



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Oh capitán, mi capitán

En dos días recorro Lombok, de oeste a este, pasando por Sengiggi, Mataram, y un bonito trayecto por las faldas del volcán Rinjani hasta Labujan. Tengo que llegar a Flores, y que mejor manera que tomármelo con calma y embarcar en un pesquero, 3 dias de travesía, durmiendo en la cubierta, surcando los mares de Sumbawa, Komodo y Rinca. Suena bien, no? Pues ha sido mejor.

Llego al puerto y veo un destartalado barco con varias capas de pintura y cutrechapuzas que intentan disimular el verdadero estado del barco. No será ese, no? Con eso no llegamos ni a Sumbawa! Unos jovencitos me saludan efusivamente con la mano y gritan Patrisiaaaaa! Pues va ser que si.

Soy la única que viaja sola, el resto de turistas van llegando, todo parejas, todos muy majos, de diferentes países, y otro soltero, un australiano con su hijo de 8 años, Max, que ha sido el gran animador de estos dias. La tripulación no supera los 25 años y son encantadores.
Ya estamos todos, ya podemos zarpar. Comienza la aventura.

La navegación es lenta, pero merece la pena, las vistas son increíbles, y a las pocas horas aparecen unos delfines que nos acompañan durante parte del trayecto hasta la primera parada. Una isla desierta, donde hacemos una improvisada barbacoa con la pesca del día.

Días de travesía. Paramos en enclaves de ensueño y playas de postal de arena blanca, negra y otra muy especial de arena roja del coral. Gafas y tubo y a flipar con el buceo. En mi próxima reencarnación quiero ser pez.

Las puestas de sol las pasamos en nuestro particular Bintang Bar. En la mini plataforma que tiene el lateral del barco en el agua, con Max de camarero lanzando latas de cerveza, muchas risas y los increíbles colores que nos regala el sol al caer sobre el mar.

Paso mucho tiempo con Zoel, el 2o capitan, Danny, ayudante de cocina y Sarki, el chico que lleva la barca. Me adoran. Me enseñan nuevas palabras en indonesio, el baile de moda moviendo las caderas, cantamos y tocamos la guitarra, nos contamos nuestras vidas (tan diferentes), nuestros sueños (tan parecidos) y por las noches bebemos a escondidas el licor tipico de Flores, el Arak, que entra muy suave pero es una bomba. Cada mañana Zoel me dedica su mejor sonrisa y un Selamat Pagi Chanti, (Buenos Dias bonita). Es un amor.

La última parada antes de llegar a puerto, Komodo. Los dragones que habitan en esta isla son unos descomunales varanos enormes y pesados. Unas bestias prehistóricas que se alimentan de ciervos, cerdos y búfalos,.. Y de vez en cuando les da por morder a los turistas. Muy bestia el bicho éste. Me mira fijamente, porqué a mi? Siento miedo y más cuando el guía comenta que huelen la sangre a 5 km de distancia, vaya suerte menstrual! Hago un tirabuzón con mis piernas y salgo corriendo de allí.

Y por fin Flores. Llegamos a puerto y en el barco se respira un silencio extraño. La pequeña familia que hemos sido estos días se separa aquí, cada uno seguirá su ruta. Me invade una sensación rara, de mucha pena, sobre todo por mis niños, sus semblantes tristes y sus emotivos abrazos de despedida. Les echaré mucho de menos.

Y también extrañaré la quietud de las noches, dormir en la cubierta arropada por un alucinante e infinito manto de estrellas, la mar en calma, el silencio y mis pensamientos. Y la luz anaranjada del sol amaneciendo sobre el agua que ha sido mi despertador cada mañana.

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