Con resaca carnavaleña de los días en la Quebrada de Humauaca, Tilcara y Purmamarca, y tras 8 horas con la nariz pegada al cristal de la ventanilla cruzando Argentina hasta Chile por el paso de Jama, alucinando con los paisajes más maravillosos y cambiantes que he visto hasta ahora, alcanzando los vertiginosos 4.200 metros de altura entre áridos cerros de 7 colores y valles repletos de cactus, atravesando las Salinas Grandes, pasando por un vergel de lagunas y pastos verdes, montañas y siluetas extraterrestres..., llego a un inmenso e interminable desierto con un pequeño oasis llamado San Pedro de Atacama.
Un bonito y conservado pueblo de casas de de adobe, súper turístico y muy caro. Pero es de visita obligada pues desde aquí se puede explorar el desierto, la Cordillera de Sal, el Valle de la Muerte o el Valle de la Luna. Pese al tiempo, todos los lugares son espectaculares.
Apenas un par de días para disfrutar de excursiones, paseos en bici, mañanas soleadas, tardes nubladas, bonitos atardeceres y noches de intensa lluvia. Apenas un par de días para buscar y localizar a alguna agencia que quiera salir desde Atacama a Uyuni en jeep pese al carnaval, las condiciones de las carreteras y la previsión del tiempo. ¿Suerte? ¿Dinero? Sea como sea, mañana al fin, salgo para Bolivia.
Besos family