Nos vamos pal pueblo, que estamos ya un poco cansadas de la urbe y de la polución.
Tren nocturno con retraso incluido hacia Jaisalamer; Siguiendo la tradición rajastani, aquí cada cuidad tiene su pantone,.. Jaisalamer es la cuidad dorada porque está integrada en el ocre del desierto.
El monumento más emblemático de la ciudad es su fuerte de 1156, que parece estar esculpido en arena,.. es realmente precioso! Desde allí se contempla un horizonte de arena infinita,.. desierto, desierto y desierto. El fuerte está lleno de vida, callejuelas y casas típicas rajastanis, havelis,.. vacas por todas partes y sus pertinentes cagadas,.. gente, vida en la calle, alegriaaa!
Nos alojamos en un Guesthouse dentro, en una habitación de mil y una noche, a razón de 1 euro por persona,.. sedas, luces de colores, cojines,.. Perfecto para las princesas! Por la noche llega la tormenta, nos despertamos con rayos que parecen estar justo encima de nosotras,.. por las ventanas se cuela la arena a kilos y dejan cubierta toda la habitación, parece que estemos en la playa, el viento amenaza con romper los cristales de las ventanas y dos horas más tarde llega la lluvia torrencial,... se va la luz,.. nos refugiamos en el banyo hasta que cesa la tormenta y cómo podemos dormimos un par de horas hasta el amanecer,.. que nochecita!
Nos vamos 3 dias al desierto, con camellos incluidos. Aquí no hay nada especial, pequeñas aldeas con casas hechas de adobe y paja, gente encantadora y hospitalaria, rebaños de vacas y cabras anoréxicas y camellos por todas partes. Los niños flipan al vernos y los momento "dejad que los niños se acerquen a mi" se multiplican en cada aldea. Son tan dulces e inocentes,.. me los llevaba a casa a todos.
Aky, Sarif y Ramon (rebautizado por nosotras porque tiene un nombre impronunciable) son los hindús camelleros que nos acompañan, son encantadores y flipan con nosotras. Se rien de nuestras historias, de lo occidentales que somos y les contamos nuestras vidas tan diferentes a las suyas,.. les horroriza, ellos son felices con lo poco que tiene, con la libertad de ser hombres del desierto, no necesitan nada mas.
Las noches son maravillosas, dormimos al raso en las dunas, alrededor del fuego y de la paz absoluta. Un marco incomparable de miles de estrellas y una luna guardiana,.. Es curioso, ayer contaba todas y cada una de las estrellas del firmamento que alcanzaba mi mirada,.. como hacia cuando era niña,..
Pero el desierto también cansa, han sido unos días tranquilos y relajados, parecemos croquetas andantes y de los viajes en camello me duele hasta el cccccccyyyyyyyyyoooooooo!!
Nos llevamos una joya,.. un video de los tres camelleros bailando el chiki chiki con este escenario tan peculiar,... nos meamos de risa, es la bomba!
Llegamos al pueblo, directas a la estación, esta misma noche nos vamos a otra cuidad de colores del Rajastan,.. Jodhpur, adivinad de que color es??
